González Velázquez y Tolosa, Isidro


Madrid, 1765 - 1840

Apuntes de la techumbre de la Basílica de San Pablo Extramuros en Roma

Departamento: Museo
Nº Inventario: IGV-088
Fecha: 1791-1796
Medidas: 210 x 307 mm
Técnica: Papel verjurado ahuesado. Lápiz negro.
Procedencia: Adquirido en 2018 con cargo a la herencia Guitarte, a través de uno de sus descendientes.
Anotaciones: [Lápiz] [anotaciones de medidas arquitectónicas]: Las sopandas sanas dela antigua = armadura son las mas gruesas y = de numero son 11 con el dela = medida T = La Ylera S en partes es = sana y en otras partes = de dos trozos = Ciertos pendolones tienen = la abrazadera o braga de = tipo y odrorno = El largo total = de la Yglesia = de pared a pared = son 328 ps. = en el pendolon X ay una caja = o bugero señalado conla = misma letra afin de = poner cuñas segun sede = ba de oprimir mas ò menos la segunda? = otras sin las = abrazaderas ò = embragadura A = 114 p. asta el Pabimento
Observaciones: Este dibujo forma parte de la serie que Isidro G. Velázquez realizó de la Basílica de San Pablo Extramuros y que conserva la Academia (IGV-085 a IGV-089). En él realiza un estudio pormenorizado de los elementos de una cercha, que cubría la nave central de la Basílica. Los constructores romanos, grandes conocedores de la obra civil, desarrollaron la cubrición de grandes espacios con el sistema de cerchas de madera. Conocían el hierro, pero no el acero, por lo que continuaron con la práctica griega de utilizar este material para las cubiertas ya que soportaba bien tracciones y compresiones. El desarrollo tecnólogico de las cerchas, cuyo origen no está muy claro, supuso un avance muy importante. Con este sistema de triangulación podían usar maderas de menor longitud y, sobre todo, de sección transversal más pequeña, lo que les permitía crear grandes luces, a la vez que controlaban las fuerzas horizontales. Se aseguraban, así mismo, la estabilidad del edificio, sin necesidad de emplear gran cantidad de contrafuertes. Autores, como el arquitecto francés Rondelet, lo documentan en sus obras e Isidro G. Velázquez lo detalla en sus dibujos: un entramado doble con tirantes pareados y un soporte suspendido central que actúa como un cierre. También dibuja las juntas a tracción, necesarias para que el montante central que sostenía los largos tirantes, funcionase perfectamente.
La Basílica de San Pablo Extramuros es una de las cuatro basílicas papales de Roma y la segunda más grande, después de la de San Pedro del Vaticano. Fue construida por el emperador Constantino a principios del siglo IV, sobre el lugar donde la tradición cristiana señala la tumba del apóstol San Pablo. A partir de este momento, y ya con el cristianismo como culto oficial, Constantino impulsa la construcción de grandes edificios para culto y reunión de los fieles. Debido a que las funciones del templo cristiano y del pagano eran distintas se toma como modelo otro tipo de edificación: la basílica romana pagana, centro de las actividades públicas y cuya amplitud permitía la celebración de grandes asambleas, aunque con alguna modificación, especialmente en el crucero.
La Basílica de San Pablo fue reconstruida varias veces a lo largo de su historia, la última en 1823, después de sufrir un incendio que casi la destruye por completo. Los grabados de Piranesi anteriores a este incendio suponen un testimonio documental excepcional ya que permiten conocer cómo era la Basílica y cómo la vio y dibujó Isidro G. Velázquez. La Biblioteca Nacional conserva dos estampas, una de la fachada y otra del interior.
Las obras de reconstrucción concluyeron en 1854, dando lugar a un modelo arquitectónico neoclásico, aunque todavía es posible reconocer algunos rasgos de la construcción primitiva. La estructura original correspondía a una basílica paleocristiana del siglo IV, de planta rectangular dividida en cinco naves separadas por columnas, la central más ancha y de mayor altura y que terminaba en un gran arco triunfal abierto sobre la nave transversal (precedente del crucero medieval). La cabecera remata en un gran ábside semicircular cuya importancia se acentúa con la disposición simétrica de las columnas. 
La Basílica de San Pablo Extramuros emula las dimensiones y planta de la de San Pedro, incluyendo la inusual forma del transepto continuo, pero los constructores crearon una variación más que una réplica.
Bibliografía:
  • BIBLIOTECA DIGITAL HISPÁNICA, Biblioteca Nacional,  
  • BIBLIOTECA DIGITAL HISPÁNICA, Biblioteca NacionaL,  
  • LETAROUILLY Paul Marie, Edifices de Rome Moderne, París, 1857, III
  • GARCÍA SÁNCHEZ, Jorge, "El viaje al sur de Italia de Isidro González Velázquez", Academia. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 94 y 95, 2002, 27-44.  
  • MOLEÓN GAVILANES, Pedro, "Arquitectos españoles en Roma durante la segunda mitad del siglo XVIII", Reales Sitios, 152, 2002, 62-63.
  • DOCCI, Marina, San Paolo fuori le mura: Dalle origini alla basilica delle origin, Gangemi Editore, 2007
  • GARCÍA SÁNCHEZ, Jorge, Los arquitectos españoles frente a la antigüedad. Historia de las pensiones de arquitectura en Roma (ss XVIII y XIX), Milán, 2011
  • MARTÍNEZ MINDEGUÍA, Francisco, "Las sombras que Letarouilly no copió", EGA expresión gráfica arquitectónica, 22, Valencia, 2013, 80-87.
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