Hijo de Simón Soler y Vicenta Martín, nació en San Martín de Valdeiglesias (Madrid) el 27 de febrero de  1809, siendo bautizado el 1 de marzo en la iglesia parroquial de San Martín. Estudió arquitectura en la Real Academia de San Fernando bajo la dirección del arquitecto Custodio Moreno y trabajó como aparejador efectivo en las obras del Real Sitio del Pardo y la Florida, además de en las de la Real Casa de Campo y Casino en 1841. Durante este tiempo dio pruebas de sus conocimientos en la práctica constructiva, las nivelaciones y el levantamiento de planos, como el que fue necesario diseñar para la formación de un nuevo camino construido desde la puerta llamada de San Antonio hasta el Palacio de la Florida.

El 16 de octubre de 1841 solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba de pensado el proyecto de un Archivo General del Reino (del A- 838 al A- 841) con el informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de práctica librada por Custodio Moreno y la justificación de su conducta moral y política.

La Comisión de Arquitectura celebrada el 26 de octubre de 1841 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 31 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 27, 46 y 12, los cuales respondieron respectivamente: «Proyectar una Casa para Fabrica de Aguardientes y licores, demostrandola en planta, fachada y corte», «En una Iglesia de un Pueblo de 200 á 300 vecinos que carece de Fachada y que su latitud es de cuarenta pies, se diseñará la referida fachada de Arquitª secilla; es decir, sin ninguno de los cinco ordenes conocidos. Planta, fachada y sección» y «En un terreno de Figura y dimensiones arbitrarias, idear una Casa para un particular, demostrandola en plantas y alzados y un corte por los menos». De los tres asuntos escogió el nº 46, es decir, La fachada de una iglesia de un pueblo de 200 a 300 vecinos que no tenga ninguno de los cinco órdenes conocidos (A- 5028), inventariada bajo el título Fachada principal de una iglesia, elección que comunicó a la corporación el 11 de noviembre.

La Junta de Examen tuvo lugar el 26 de octubre de 1841, asistiendo a ella como vocales los profesores Custodio Moreno, José Joaquín de Troconiz, Atilano Sanz, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. José Soler y Martín comenzó este nuevo ejercicio trazando geométricamente su edificio de prueba y tratando su replanteo con acierto, dando pruebas de hallarse con los conocimientos suficientes en geometría y en sus diferentes superficies poligonales, cuya medida explicó con relación al círculo ya inscrito a las mismas. Continuó con las medidas de superficies y sólidos, deteniéndose en las pirámides y los conos rectos y oblicuos. Después pasó a explicar la esfera y a realizar operaciones aritméticas en las que manifestó sus aprovechamientos en el estudio de las matemáticas. Enseguida contestó a cuantas preguntas se le hicieron sobre su obra, parándose en la bóveda con la que había cubierto su gran pórtico, la montea y sus medidas en superficie y solidez. Por último, explicó las obras de cimentación y sus fundamentos; el apeo, el empleo de las maderas, la construcción y el asiento de las columnas de su pórtico; el despiece y los cortes ocultos de su cornisamento; las bóvedas, sus formas y coberturas; la resistencia y empleo de las maderas, su resistencia y atados.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le vieron con mérito para la clase de maestro de obras por uniformidad de votos, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 5 de diciembre de 1841, a los 30 años de edad.