Pérez Rabadán, VicenteCabra (Córdoba), ca. 1790 - ?, ?


Nació en Cabra (Córdoba) hacia 1790. A los nueve años comenzó a trabajar como albañil dado que toda su familia pertenecía al gremio. Estudió arquitectura en Granada desde que concluyó la Guerra de la Independencia. Restablecido el gobierno legítimo se presentó y se alistó en los Voluntarios Realistas de dicha ciudad, convirtiéndose en individuo de la Compañía de Zapadores de la misma. Posteriormente se marchó a Madrid para seguir la carrera de arquitectura y matemáticas en la Academia de San Fernando, centro en donde le veremos como alumno de su tío, el académico de mérito Francisco Pérez Rabadán, así como asistiendo a las obras del arquitecto Custodio Teodoro Moreno. Entre 1820 y 1823 fue discípulo de este teniente director de arquitectura, en cuyo estudio realizó algunas comisiones y la medición de algunas casas aprendiendo la práctica de la profesión. Asimismo, se matriculó en las clases de Adorno, Dibujo de figura humana, de cuerpo entero y de Arquitectura. De esta época el Gabinete de Dibujo (Sección Dibujo Artístico) conserva entre sus fondos de este autor un Estudio de dos piernas infantiles (P-0006), que responde a un ejercicio de pase a Cabezas, que le había sido concedido el 25 de junio de 1820.

El 25 de agosto de 1826 solicitó de la Corporación su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, a cuyo fin presentó como prueba de pensado el proyecto de Una iglesia parroquial para un pueblo de 500 vecinos (del A-4030 al A-4032) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la certificación de práctica librada por Custodio Moreno y la justificación de su conducta moral y política.

La Comisión de Arquitectura reunida el 26 de agosto reconoció los planos de la parroquia, su informe facultativo y el avance de la obra, y viendo lo bien ordenado que estaban los dibujos consideró apto al pretendiente para pasar a realizar el resto de los ejercicios de reglamento.  Fue admitido en la Junta Ordinaria del 3 de septiembre, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 24, 39 y 43, los cuales respondieron respectivamente: «En un sitio de forma rectangular que tenga 60 pies de latitud por 120 de longitud, disponer una casa compuesta de piso bajo y principal para un caballero con familia y que necesita tener habitación separada de la de su muger é hijos: cuartos para dos criadas y cuatro criados, cochera, cuadra y patio. Se hará demostrandolo en dos plantas, fachada y corte», «Disponer un puente de madera con un arco de cien pies de diámetro y 30 de sagita ó radio menor.- Planta, fachada y corte» y «Disponer una casa de baños con departamentos para doce personas á un tiempo.- Planta, fachada y corte». De entre los tres escogió el nº 24, es decir, una Casa para un caballero con familia (A-1437) y una vez terminado el ejercicio fue convocado para su examen final que realizaría el 13 de septiembre de 1826.

A la Junta de Examen asistieron como vocales los profesores Manuel González Montao, Juan Antonio Cuervo, Julián de Barcenilla, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández Navarrete. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Vicente Pérez Rabadán comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores sobre el modo de replantear un edificio, preparando y nivelando el terreno; el zanjeado de los cimientos, la calidad del firme, así como los triángulos y el método para medirlos. También sobre la solidez de una fábrica de un pozo y el método para levantar una casa de doce baños con 25 pies de radio.

Satisfechos los examinadores con las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le vieron con mérito para ostentar el título de maestro de obras, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 17 de septiembre de 1826, a los 26 años de edad. En el Catálogo de las obras de los profesores de Arquitectura aprobados desde 1777 en adelante se reseña: «Maestros de Obras/Año de 1826/ Nombres Rabadan Dn Vicente Perez/Asuntos Yglesia/fechas de su aprobacion 17 de Setiembre/ numero de planos 3 y prueba».

Pero antes de acabar el año, y dado que era residente en Granada, la Comisión de Arquitectura le encargó la construcción de la casa escuela para la villa de Albanchez (Almería), en vista de que los tres planos ejecutados por Niceto de Larreta habían sido reprobados al no tener su autor el título y carecer de cualquier revalidación.

Volvemos a tener noticias suyas en 1828 como consecuencia de la Real Cédula de S.M. del 21 de abril, por la que se establecían de nuevo las reglas que habían de observarse en el ejercicio de las nobles artes y nombramientos de los arquitectos de las corporaciones civiles, motivo por el que el intendente de Jaen avisó a la Academia el 11 de junio para que se valiese de Pérez Rabadán, avecindado en dicha ciudad y único aprobado allí, para ejecutar las obras y el reconocimiento de la Real Hacienda sin dotación fija.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 11 de agosto de 1829 estudió la petición de este maestro de obras avecindado en Jaén, relativa a que se solicitase a S.M. su nombramiento como maestro mayor de todas las obras públicas que fuesen realizadas en Jaén y su partido, ya que no existía profesor alguno en aquel reino legítimamente autorizado. La Comisión conocía a través de Pérez Rabadán la resistencia que ponía aquella ciudad para nombrar a los profesores tal y como preceptuaban las reales órdenes, la protección que dispensaba a sus gremiales y la falta de conocimientos de ellos, muy superior a otras provincias, pero creía oportuno oír el informe del caballero intendente de dicha provincia antes de dar un dictamen definitivo. El parecer de la comisión fue aprobado por la Academia en la Junta General del 23 de agosto de 1829. Finalmente, el Ayuntamiento de Jaén le nombró en 1833 su arquitecto mayor, nombramiento que sería notificado en la Junta Ordinaria del domingo 21 de julio.

A finales de 1829, la Dirección General de Propios remitió los diseños del proyecto para la obra de un pontón o un pequeño puente situado en la sierra de la ciudad de Jaén, que habían sido formados por este maestro, junto con el cálculo de 16.980 reales. Fueron aprobados por la Junta Ordinaria del 27 de diciembre de 1829.

El 12 de septiembre de 1830 Vicente Pérez Rabadán solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, para cuyo fin presentó como prueba de pensado el Proyecto de una Nueva población situada en las Vegas de Otiñar (Jaén) (A-3702 y A-3703), con su correspondiente informe facultativo y el avance del coste de la obra. La Comisión de Arquitectura reunida el 14 de septiembre examinó la obra y los documentos aportados acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios de reglamento.

Fue admitido en la Junta Ordinaria del 19 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 42, 89 y 111, los cuales respondieron respectivamente: «Una casa de campo para un literato, con todas las conveniencias y servicio de una regular familia independiente de aquel. Planta, corte y fachada», «Tribunal de comercio con salon espacioso para comerciantes y litigantes, sala para el Juzgado y algunas otras piezas para Secretaría, Archivo y para Porteros. Planta y alzados» y «Para un Puerto de mar una casa de contratación de solo un Piso, con las oficinas correspondientes y habitación para el conserje. Planta, fachada y corte». Aunque de los tres asuntos escogió el nº 111, es decir, Una casa de contratación en un puerto de mar, elección que comunicó a la corporación el 22 de septiembre, elaboró finalmente un Almacén o peso real (A- 2376).

La Junta de Examen tuvo lugar el 1 de octubre de 1830, asistiendo a ella como vocales los profesores Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Custodio Teodoro Moreno y Juan Miguel de Inclán. Cotejadas la obra de pensado con la de repente que el pretendiente explicó una vez entrado en la sala, se advirtió en esta última que su autor la había elaborado bajo un concepto equivocado dado que «pidiendole una casa de contratación de solo un piso para un Puerto de Mar elevo su pensamiento á un edificio de dos cuerpos distribuido en almacenes y piezas de deposito y habitaciones de uso muy diferente é incorrecta con la sencillez del programa», motivo por el que la junta no pudo dar por válido el ejercicio y acordó elevar el hecho a la Academia para su superior resolución. En la Junta Ordinaria del 7 de noviembre la corporación vio que había resuelto la prueba de «manera complicada», pero al enterarse de que el interesado había pedido disculpas el 9 de octubre alegando que había desarrollado el ejercicio en el momento de recibir la noticia de la muerte de su esposa, acordó darle otra oportunidad y sortearle nuevos programas de repente.

En esta ocasión, le tocaron en suerte los números 35, 89 y 59, que respondieron respectivamente: «Se demostrará en planta, fachada y una seccion, el proyecto de una casa instituto para la enseñanza de Matematicas y Nautica con Biblioteca publica, sala para los concursos y actos publicos, y habitación del conserge y Portero», «Tribunal de Comercio con salon espacioso para comerciantes y litigantes, sala para el Juzgado y algunas otras piezas para Secretaria, archivo y para Porteros. Planta y alzados» y «Demostrar en planta y corte un magnifico salon de baile publico en el que pueda un Embajador dar una funcion en una coronación ú otra fiesta Real; indicando en el proyecto el sitio donde deberá colocarse la Orquesta sin impedir el transito bajo». De los tres asuntos eligió esta vez el nº 59, es decir, Un magnífico salón de baile público en el que puede un embajador dar una función en una coronación u otras fiestas reales (A-5154), elección que comunicó a la Academia el 9 de noviembre.

La Junta de Examen tuvo lugar el 27 de noviembre de 1830 asistiendo a ella los maestros Antonio de Varas, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández Navarrete. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, los profesores le hicieron a continuación algunas preguntas sobre los métodos de explanar y nivelar el terreno para levantar un edificio; el uso de los niveles y su variedad; el método para traer agua a una población; las superficies del círculo y la esfera, el volumen de ésta y los principios de que se componía para su medida, como las figuras que resultan de sus secciones. Seguidamente se le hicieron algunos reparos al proyecto de población que había presentado como ejercicio de pensado, pero los examinadores le vieron apto para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 19 de diciembre de 1830, a los 40 años de edad.

A mediados de 1830 la Academia recibió una exposición documentada y remitida a S.M. por Pérez Rabadán, avecindado en Jaén, que versaba sobre «las persecuciones y litigios que por varios individuos de aquella ciudad y su Ayuntamto le han promovido, y principalmente la que con motivo de su venida á Madrid á recibirse de Mro Arquitº há llegado á entender intentaron en su daño, presentandole como sospechoso al Gobierno y su Policía [...]». La Comisión de Arquitectura celebrada el 14 de agosto de 1830 quedó enterada del asunto y acordó dar a Vicente Pérez Rabadán su apoyo al tener conocimiento de que dichas persecuciones se habían debido a que el interesado no había sucumbido a ningún tipo de manejo por parte de aquellos concejales de obras públicas y sus fondos.

El 7 de junio de 1833 el Ayuntamiento de Jaén le nombró su maestro mayor de obras, nombramiento que sería aprobado por la Academia en la Junta Ordinaria del 21 de julio, pero pronto le veremos comunicando a la Academia los abusos que hacen de su título y facultades los maestros de obras de aquel partido, entrometiéndose en la dirección de las obras y reconocimientos que le competían exclusivamente a él. La exposición de Pérez Rabadán fue estudiada por la Comisión de Arquitectura el  24 de septiembre de 1833, momento en que la Academia le respondió confidencialmente sobre el modo y forma con que debía tratar a aquellos maestros «estimulándole a la buena armonia con que debe dirigir sus operaciones para no hacerse mas odioso  á sus propios compañeros».

Curiosamente, al año siguiente fue la intendencia de Jaén la que se quejó de Pérez Rabadán «por los excesos que cumplidamte justifica suponiendo facultades para librar titulos de autorizacion que certifica en contradiccion de los mismos Estatutos que cita, exigiendo honorarios por ellos y estafando a los infelices oficiales y Alarifes de aquellos Pueblos con la contribucion de un real diario en los que trabajen cada uno, y con la escandalosa suma que recargó y resulta llegó a exigir por el tanto que se reserva para todos y cada uno de los aprecios que hicieren». Nada más conocer estos escándalos, la Comisión de Arquitectura reunida el 21 de enero de 1834 acordó castigar al arquitecto con varios procedimientos: recoger su  título de arquitecto, debiéndolo remitir a la Academia para su cancelación y sin que pudiera volverlo a obtener; privarle de la maestría mayor de Jaén, el pago de 100 ducados de multa por las certificaciones libradas como título de autorización, las cuales serían remitidas igualmente a la corporación, y por último someterle a juicio y sentencia según las leyes vigentes.

No obstante, en marzo de 1834 le veremos dirigiéndose a la Academia para que la institución  remitiese a S.M. una «Memoria que ha escrito y compuesto sobre aprovechamto de Pinares, canales de riego y navegacion en los Reinos de Jaen, Cordoba y Sevilla qe en efecto dirigió», petición que no pudo cursarse al no poder la Academia dar su dictamen acerca de este asunto por carecer de los datos y conocimientos en que basar su juicio particular.

En vista de los servicios prestados y la memoria presentada a S.M. sobre la rotura y canal de riego que proyectó en Andalucía asegurando las cosechas y la conducción de las maderas de sus montes, así como otros establecimientos de utilidad, solicitó en 1835 la autorización competente para poder levantar el plano topográfico de la provincia de Córdoba y ser nombrado maestro mayor de las obras de la capital o el cargo que S.M. tuviera a bien concederle. Esta solicitud pasó a informe del gobernador civil de Córdoba que manifestó carecer de los conocimientos necesarios sobre las circunstancias particulares y el mérito artístico del interesado, al tiempo que lamentaba la falta de un arquitecto en aquella ciudad que dirigiese las obras públicas y concretamente las del murallón que hacía tantos años que se encontraba sin concluir. Ante esta noticia, la Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 7 de abril de 1835 y la Junta Ordinaria celebrada el 31 de mayo de ese mismo año vieron necesario no sólo el nombramiento de un arquitecto para la ciudad de Córdoba sino de dos o tres profesores con arreglo a lo prevenido en la Real Cédula del 21 de abril de 1828, artº 3º, pero al mismo tiempo comunicaron el no poder otorgar su sufragio a favor de Pérez Rabadán por hallarse encausado como maestro mayor de Jaén.


Fuentes académicas:

Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1830. Sig. 2-9-3; Comisión de Arquitectura. Informes, 1821-1828. Sig. 1-30-1; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1822-1826. Sig.  2-16-1; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1825-1876. Sig. 2-23-3; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1819-1830. Sig. 3-88; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 98; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 25; Secretario general.  Catálogo de las obras de profesores de arquitectura aprobados de maestros arquitectos, 1793- 1855. Sig. 3-155.


Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM


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