Hijo de Emeterio de Ordozgoiti y Manuela de Rojas nació en Salvatierra (Álava) el 13 de enero de 1806, siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de Santa María. En calidad de colegial interno permaneció en el colegio de Santiago de Vizcaya desde el 29 de septiembre de 1819 hasta el 4 de agosto de 1821, cursando Gramática castellana y francesa, además de dos años de Matemáticas que comprendían las enseñanzas de Aritmética, Álgebra y Geometría elemental como la Aplicación del álgebra a la geometría, Trigonometría rectilínea y esférica y Secciones cónicas. Durante este tiempo asistió también a clases de Dibujo pasando por todos los Principios hasta copiar cabezas de 3ª clase.

Como podemos apreciar, a la edad de 16 años Ordozgoiti poseía ciertos conocimientos, aunque no los suficientes si quería dedicarse a la arquitectura, de ahí que durante cuatro largos años permaneciese en Bilbao estudiando Arquitectura y Matemáticas puras y mixtas bajo la dirección del arquitecto Juan Bautista de Belauzarán. Junto con este profesor practicó varias mediciones de edificios y el levantamiento de planos topográficos mientras que asistía a las obras a su cargo, entre ellas la fuente y colegiata de la villa de Valpuesta (Burgos).

El 28 de enero de 1829 solicitó a la Academia desde Bilbao su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de «una casa de baños para un despoblado» con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la fe de bautismo, la certificación de práctica librada por su profesor Juan Bautista de Belaunzarán y otra firmada por  el director del colegio de Santiago Rafael de Irazabal,  además de la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 25 de febrero de 1829 reconoció la obra y los documentos aportados, pero no pudo conceder el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento por su corta edad, ya que contaba 22 años y hasta los 25 ningún aspirante podía solicitar examen para las titulaciones oficiales, pero también por no hallar mérito en su obra de pensado. Ante este dictamen, la junta comunicó al interesado que siguiese aplicándose en su arte como lo había manifestado hasta la fecha y no solicitase su admisión a nuevos ejercicios hasta no haber cumplir los 25 años como prevenía el reglamento. 

El 28 de marzo Ordozgoiti puso en conocimiento de la corporación su sentir por «haver importunado a la Academia no teniendo aun la edad que previene el reglamento, mas como me informaron que no era requisito esencial, fiado en este dato interpuse mi solicitud. Han llegado asi mismo á mi poder, los diseños y demas documentos q^e acompañaban á mi instancia, y me ha parecido deberlo poner en noticia de V.S para q^e le conste».

Una vez pasados los años reglamentarios, volvió a solicitar su admisión a los ejercicios para la misma clase el 16 de enero de 1831, presentando en esta ocasión como prueba de pensado otro proyecto de unos Baños de aguas sulfúreas y naturales en un despoblado (del A- 1990 al A- 1992), con su correspondiente informe facultativo y el avance del coste de la obra, junto con las certificaciones y las justificaciones que había enviado hacía dos años.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 25 de enero de 1831 reconoció la obra y los documentos aportados, acordando el pase del interesado al resto de los ejercicios reglamentarios. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 30 del mismo mes, momento en que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 32, 38 y 81, los cuales respondieron respectivamente: «Un Peso Real ó Almacen para despacho de generos comestibles con habitación para el Administrador y Mozos. Se demostrará en planta, fachada y una sección», «Diseñar una puerta principal de registro y entrada á la corte, en planta, fachada y corte» y «Un Anfiteatro circular para estudio de cirugía, adornado de orden dorico, con la direccion de aguas á su centro para los usos correspondientes. Planta y sección». De los tres asuntos eligió el nº 38, es decir, una Puerta principal de entrada y registro para la Corte (A- 3472), elección que comunicó a la corporación el 3 de febrero.

La Junta de Examen tuvo lugar el 12 de febrero de 1831, asistiendo a ella los profesores Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Custodio Moreno y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Ordozgoiti comenzó este nuevo ejercicio introduciéndose en la hidráulica, los manuales de las bóvedas, las ciencias exactas y los minerales para pasar a la mecánica, las diferentes máquinas y su uso. A continuación, se centró en las curvas, la elipse y los diferentes cuerpos geométricos, los cuales midió y analizó. Después demostró tantos conocimientos a los examinadores que llenos de satisfacción no dudaron en «declarar no conservar memoria de haberse presentado en tan respetables ejercicios otro joven alguno q^e ofreciese el lleno de conocimientos que el pretendiente há manifestado, motivo por el que acordaron se asignase en la presente acta esta nota de distinción». Debido a estos méritos obtuvo el título de maestro arquitecto en la Junta Ordinaria del 13 de marzo de 1831, a los 25 años de edad, mismo año en que proyectó un cementerio de estilo neoclásico para Bilbao.

A finales de 1838 llegó a la Academia para su censura el expediente remitido por el juez letrado del partido de Briviesca (Burgos), sobre el enfrentamiento entre el abad de Rosales y el administrador del monasterio de las Huelgas por la obstrucción de una rueda de molino y la elevación de un canal en donde había sido necesario llevar a cabo nivelaciones e informes facultativos. Esto acarreó discordias entre los arquitectos Miguel de Medinaveitia y José Julián de Calleja, por lo que fue necesario el nombramiento de un tercero en discordia de igual titulación, cuyo nombramiento recayó en la persona de Manuel Ordozgoiti. Sin embargo, el problema se acrecentó cuando el administrador de las Huelgas no estuvo de acuerdo con los 320 reales que Ordozgoiti pedía por los cinco días de trabajo empleados en este asunto, ya que el administrador creía que los honorarios debían regirse por la de los agrimensores y medidores de tierras, a lo que Ordozgoiti le replicó que sólo la Academia era el organismo que podía decidir dichas tarifas. La Comisión de Arquitectura celebrada el 23 de octubre de 1838 no pudo dejar de hacer presente «la excesiva moderacion y equidad con que Ordozgoiti reguló sus trabajos, pues pudiera haber exigido las dietas que de reglamento tiene señaladas la Acadª de 140 r^s por dia a sus Arquitectos, en cuyo caso le hubiera justam^te podido exigir los treinta y cinco duros que resultarian en los 5 dias empleados [...]».

Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1831. Sig. 2-9-6 bis; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 103. 

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM