Hijo de Miguel de Ochandategui y María Teresa de Arechabaleta nació en Durango (Vizcaya) el 28 de abril de 1818, siendo bautizado ese mismo día en la iglesia parroquial de Santo Domingo Guzmán. Adquirió los primeros conocimientos del ramo de la arquitectura en Bilbao bajo la dirección del arquitecto Hermenegildo de Belaunzarán Ibarlucea, con quien llegó a copiar varios planos en plantas y alzados geométricos disponiendo algunos cortes o secciones de edificios públicos.

En las escuelas gratuitas establecidas en Bilbao por el Consulado de dicha villa en 1818, cursó la enseñanza de las Matemáticas a cargo del catedrático Manuel de Naverán en el curso académico que dio principio el 1 de octubre de 1841 y concluyó el 30 de junio de 1842. Durante ese tiempo se impartieron los tratados de aritmética y álgebra hasta las ecuaciones de segundo grado además de cálculo exponencial inclusive. Al año siguiente cursó y aprobó la enseñanza de las Matemáticas con el mismo profesor, el cual finalizó el 30 de junio de 1843 tiempo en el que se impartieron las enseñanzas de Geometría, Trigonometría rectilínea y la aplicación de ésta a la agrimensura.

Posteriormente le veremos residiendo en Madrid, ciudad en la que se aplicó en la teoría de la arquitectura bajo la dirección de Atilano Sanz y en 1844 en la práctica del arte con Antonio Cachavera y Langara, arquitecto y académico de merito de la Academia de San Fernando y San Carlos de Valencia. Asistió con puntualidad a varias obras a su cargo donde tuvo la oportunidad de aprender los pormenores y los mecanismos de la construcción. Por entonces, se matriculó en el 2º año de matemáticas finalizándolo el 30 de junio de 1845. Durante este mismo año fue examinado y aprobado en la segunda y tercera parte de la Geometría elemental, Trigonometría rectilínea, Geometría práctica, la Aplicación del álgebra a la geometría, Secciones cónicas, Teoría general de las ecuaciones, Funciones, Series y Cálculo de las diferencias.

El 12 de agosto de 1845 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de una Escuela Politécnica (del A- 369 al A- 372) con el informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de sus estudios en Bilbao, la certificación de los dos cursos de Matemáticas aprobados en Madrid, la certificación de práctica librada por su profesor particular Antonio Cachavera y Langara  y la justificación de su conducta moral y política.

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 13 de septiembre de 1845 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento por la totalidad de votos. Fue admitido en la Junta Ordinaria Extraordinaria del 14 del mismo mes, momento en que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 21, 23 y 33 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Edificio para baños publicos de aguas minerales que producen sus efectos á distancia de setenta pies desde su nacimiento y pierden su actividad á la de cinto y siete. Planta, fachada y corte», «Carcel para tribunal eclesiastico de los principales del Reino, cuya distribución será respectiva al carácter de sus presos. Planta, fachada y corte» y «Planta, alzado y perfil geometrico de un templo rotondo de ambito proporcionado para doscientos vecinos». De los tres asuntos escogió el nº 33, es decir, un Templo rotondo de ámbito proporcionado, para doscientos vecinos (A- 4066), elección que comunicó a la corporación el 22 de octubre.

La Junta de Examen tuvo lugar el 22 de diciembre de 1845, asistiendo a ella los profesores Juan Miguel de Inclán, Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Aníbal Álvarez, Eugenio de la Cámara y Marcial Antonio López, este último en calidad de secretario. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Ochandategui comenzó este nuevo ejercicio tratando las especies de curvas y sus proyecciones; la elipse y sus medidas; las relaciones entre los círculos y las elipses; la sección del cono oblicuo; los medios de trazar varias bóvedas; la medida de varios cuerpos de revolución y la manera de cubrir ciertos edificios de extensión dada. A continuación, se centró en el empleo del plomo para las cubiertas y los techos; los materiales de construcción y su elección; las diferencias de las cales y los yesos; la elección de las maderas y sus calidades; las diferentes especies de bóvedas y su construcción; las circunstancias que debía tener la cantería; lo que era la arquitectura y sus especies; las calidades de la buena edificación, los replanteos y por último, la manera de construir los edificios desde sus cimientos.

Satisfechos los examinadores con las obras presentadas y las explicaciones dadas le hallaron con mérito para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 4 de enero de 1846, a los 27 años de edad.

Fuentes académicas: Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1831. Sig. 2-16-5; Libro de registro de maestros de obras aprobados por la Real Academia, 1818-1886. Sig. 3-156, nº 63.

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM