Hijo del arquitecto José Mas Dordal nació en Barcelona hacia 1781 y murió en la misma ciudad en 1855. Tras estudiar Humanidades, Matemáticas y Dibujo optó por el estudio de la arquitectura, obteniendo la maestría en febrero de 1803 por el antiguo gremio de Maestros, Albañiles, Arquitectos y Canteros de la ciudad de Barcelona. En un comienzo colaboró con su padre en las obras que este tenía a su cargo y entre 1800 y 1827 ejerció como fontanero y maestro de obras en el Ayuntamiento de Barcelona, en cuyo destino se encargó de la obra de conducción de aguas desde el manantial de Moncada a esa ciudad; la reedificación del matadero público y el lazareto; la reposición de los empedrados y el ensanche de las cloacas  de las calles públicas; la obra de la nueva mina para la conducción y el aumento de aguas a las fuentes antiguas de la ciudad, la construcción de las nuevas y sus encañados dentro de la propia urbe; el aseo y la solidez de todos los edificios, el arreglo de las líneas de fachadas, la ejecución de planos y cuantas comisiones le fueron encomendadas por el ayuntamiento.

A finales de 1826  el Capitán General del Ejército y Principado de Cataluña solicitó de la Academia la concesión del título de socio de mérito a José Más y Vila, pero la Comisión de Arquitectura reunida en noviembre de ese mismo año contestó que la corporación académica «no conoce mas titulo de merito que el apreciable de su incorporación en la Acadª y este se consigue por el desempeño de los egercicios establecidos despues de estar ya recibido el aspirante de Mro Arquitecto con todas las facultades del arte, á virtud de haberse antes egercitado en las pruebas prescritas por S.M. en R^l Orn de 29 de Julio de 1801». Asimismo, manifestó que no conocía a José Mas, su carrera y suficiencia, que no aparecía en las listas de las otras Academias en calidad de arquitecto como se le titulaba y además la Academia de San Fernando jamás había concedido este tipo de solicitudes honoríficas.

Dos años más tarde, domiciliado en Barcelona y titulándose fontanero y maestro mayor de dicha ciudad, solicitó de la Academia en consideración a todas las obras de fontanería y conducción de aguas que había llevado a cabo, inclusive las de la nueva fuente de la que tenía conocimiento la corporación desde noviembre de 1826, que S.M. le concediese la gracia de poder seguir ejerciendo esta facultad sin el requisito de los ejercicios establecidos. El expediente fue estudiado por la Comisión de Arquitectura el 13 de agosto de 1828 acordando su denegación y obligándole a tener que hacer los exámenes exigidos a los profesores y beneméritos prácticos que se encontraban diseminados por toda la península.

Ante este dictamen, en mayo de 1830 se personó en Madrid a fin de sufrir los exámenes oficiales para la clase de maestro arquitecto, solicitando de la Academia su admisión a los mismos el 7 de agosto. Para este fin presentó como prueba de pensado el proyecto de una Casa consistorial para Barcelona (del A-2862 al A-2865) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, las certificaciones de sus estudios libradas por Felipe Claramunt y Rodoreda y José María Vilar y Estruch, además de la justificación de su conducta moral y política.

La Comisión de Arquitectura reunida el 17 de agosto de 1830 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 22 del mismo mes, fecha en la que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 9, 39 y 100, los cuales respondieron respectivamente: «Planta y alzados ó Seccion de un Panteón Real, con el sepulcro para un Soberano, manifestando la bajada, si fuese considerado en subterraneo ó la vista y fachada principal cuando fuése asilado», «Una Casa Colegio para la enseñanza de 60 niñas de las que stan al cargo de las Sras que componen la sociedad de esta corte; en la que ademas de las salas de instituto, se proporcionaran todas las comodidades de la habitación de dichas 60 niñas, tres Maestras y una de mandadera. Planta, fachada y corte» y «En el lienzo de una Plaza, disponer un Peso Real, con todos sus agregados de Balanza. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 9, es decir Un panteón real con el sepulcro para un soberano (A-4878), elección que comunicó a la corporación el 25 de agosto.

La Junta de Examen tuvo lugar el 31 de agosto de 1830, asistiendo a ella los profesores Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Custodio Moreno y Juan Miguel de Inclán. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Mas y Vila comenzó este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los examinadores sobre las superficies y los cubos, por lo que explicó sus diferentes medidas. A continuación, trató el replanteo de su obra, las prevenciones que deberían hacerse y los despiezos, así como las bóvedas, particularmente las baídas, de arista, esféricas y el cilindro recto con sus medidas. Enseguida se centró en la tasación y el levantamiento de los planos de un edificio; las maderas y sus asientos; los despiezos de los arquitrabes cuando son de cantería y por último sobre las nivelaciones y las diferentes operaciones que en ellas se debían practicar.

Satisfechos los examinadores con el mérito de las obras ejecutadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron con mérito para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 19 de septiembre de 1830, a los 49 años de edad.

Al año siguiente se ocupó de la fachada de las casas consistoriales para Barcelona y las de la «casa tabla de comunes» de la misma, cuyo proyecto fue remitido a informe de la Academia y aprobado en la Junta Ordinaria del 27 de noviembre de 1831.

En vista de la Real Orden de 25 de enero de 1834 expedida por la Reina, por la que tanto la Academia de San Fernando o sus juntas delegadas en las provincias como las academia de la misma clase de San Carlos de Valencia, San Luis de Zaragoza y la Concepción de Valladolid eran los únicos organismos capacitados para examinar y aprobar a los pretendientes al título de agrimensor y aforador, José Mas y Vila solicitó de la Academia de San Fernando el 28 de marzo de 1835 su habilitación en esta clase, a fin de poder desempeñar la medición de tierras y demás particularidades que incumbían a estos profesionales. Vista la solicitud del arquitecto, la Junta de Examen acordó expedirle el grado sin otro requisito que la del abono de los derechos que prefijaba la Real Orden, lo mismo que al resto de los arquitectos que lo habían solicitado o solicitasen, ya que tenían la suficiencia y las facultades sin limitación alguna.

El 18 de agosto de este mismo año de 1835 la Comisión de Arquitectura censuró los diseños que había enviado a examen de una capilla de comunión para la iglesia parroquial de La Pobla de Lillet (Barcelona) como los de una nueva iglesia parroquial para el pueblo de San Andrés de Palomar (Barcelona), los cuales merecieron la aprobación de la Academia en la Junta Ordinaria del 23 de agosto de 1835. Había diseñado la parroquial de San Andrés con una longitud de 150 pies, una latitud de 42 pies y una altura arreglada al duplo de esta. Procurando la mayor sencillez de adornos debido a la economía con la que se contaba, adaptó en la iglesia el orden corintio, tanto para la fachada como para el interior, con bajorrelieves alusivos a la vida del santo titular mientras que en la parte superior de los arcos de las capillas laterales introdujo bajorrelieves alusivos a los patronos de varias cofradías o congregaciones del pueblo. Del mismo modo, adoptó el orden compuesto en el altar mayor y tenía en mente construir una torre campanario en el testero del edificio a fin de que la fachada no fuese tan monótona.

Tenemos constancia que en 1840 ejecutó la portada del Cementerio Viejo de Barcelona en el barrio de Poblenou y presentó dos planos para la plaza de mercado de Santa Catalina (Barcelona), obra de planta cuadrada, rodeada de un pórtico adornado con columnas de orden jónico, embaldosada y con un sumidero en su centro para facilitar su limpieza que serían aprobados por la Comisión de Arquitectura el 28 de abril de 1840 y por la Academia en la Junta Ordinaria del 3 de mayo, no sin antes advertirle que transformara el remate circular del centro a fin de adherirlo mejor con todo el edificio.

En 1842 levantó y mandó grabar a sus expensas dos ejemplares del plano topográfico de Barcelona, ciudad de la que era maestro mayor. Esta generosidad sería aplaudida por la Academia, cuyo agradecimiento quedó reflejado en la Junta Ordinaria del domingo 15 de enero de 1843.

Con motivo del levantamiento del teatro público para Barcelona y por invitación de su ayuntamiento, el también arquitecto avecindado en Barcelona Francisco Vila remitió a censura y aprobación de la Academia en marzo de 1843 el proyecto que había ejecutado para este fin. En la Junta del 13 de diciembre anterior se había visto el proyecto que sobre el mismo teatro había elaborado José Más y Vila, a quien se le había avisado de las corrupciones que se estaban haciendo en la obra. Según lo indicado en la Junta Ordinaria del 26 de marzo de 1843, se decidió que Francisco Vila «no acredite en cometido porque de otro modo se expondría a disgustos de competencias y compromisos que en todo caso deben evitarse».

Dos años más tarde figurará como arquitecto de la Casa de Misericordia y le veremos ejecutando el 14 de abril de 1845 un informe general del estado del edificio en colaboración con los arquitectos Ramón Molet, Fernando de Madrid, Manuel Puig y José Valls Gali

Como delegado de la Sección de Arquitectura Atilano Sanz realizó el 24 de noviembre de 1850 el informe sobre el proyecto del mercado que se intentaba construir en San Andrés de Palomar (Barcelona), obra supuestamente de José Más y Vila. Le pareció acertada su ubicación en la plaza por sus entradas desahogadas, el tránsito de la gente que afluía a él y porque la obra estaba separada del resto de las edificaciones al expenderse en ella carne y pescado; sin embargo, le parecía conveniente unir el edificio a la plaza aumentando una crujía en los lados longitudinales, ya que quedaría el suficiente desahogo y todas las dependencias encerradas en un mismo edificio, así como bien seguras y con menores gastos. Atilano apuntó el hecho de que el plano no estaba firmado, aunque creía con seguridad que era obra del arquitecto José Mas y Vila, hecho por el que recordaba a la Sección de Arquitectura la imposibilidad de cursar proyecto alguno que no llevase la firma de su autor. Vio reprobables las cuatro fachadas de la plaza y la necesidad de ubicar una fuente o un pozo de agua potable en el centro de este espacio urbano. El informe fue aprobado finalmente por la Sección de Arquitectura el 3 de diciembre de 1850.