Hijo de Manuel Gutiérrez Solana y Antonia Trueba, nació en Arredondo (Santander) el 2 de junio de 1817 siendo bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de San Pelayo. El 9 de marzo de 1844 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de Un colegio nacional de marina (del A-466 al A-468) con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo, la certificación de práctica librada por Bartolomé Tejada y la certificación de sus estudios particulares en la Escuela Especial de Caminos, además de la justificación de su conducta moral y política. 

El 21 de marzo de 1844 la Junta de la Comisión de Arquitectura examinó la obra y los documentos aportados, pero tras la votación secreta hubo un empate a votos (3-3) que obligó a decidir a la Academia la admisión, o no, del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. La corporación estudió todos los pormenores y en la Junta Ordinaria del 31 del mismo mes acordó finalmente su admisión, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 117, 54 y 49 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Una casa de campo para un Señor de titulo con Jardines y estanques de recreo y pesca: planta, fachada y corte geometricos», «Un Anfiteatro de cirujia para la demostracion y enseñanza de las Parteras con todas las oficinas correspondientes y habitacion para el Profesor catedratico. Planta, alzado y corte» e «Ydear un Monumento publico á la memoria del Arquitecto Juan de Herrera. Planta, alzado y corte». De los tres asuntos escogió el nº 117, es decir, una Casa de campo para un señor de título, con jardines y estanques de recreo (A-1823), elección que comunicó a la corporación el 13 de abril.

La Junta de Examen celebrada para examinarle en la clase de maestro arquitecto tuvo lugar la tarde del 9 de mayo de 1844, asistiendo a ella como vocales los profesores Antonio Conde y González, Atilano Sanz y Pérez, José París, Eugenio de la Cámara y Juan Miguel de Inclán Valdés. Cotejada la obra de pensado con la prueba de repente se acordó por uniformidad de votos no haber lugar al examen de preguntas  para el que había sido convocado porque Gutiérrez no había «cumplido en manª alguna el programa; por carecer de inteligencia en la delineacion, y en la construccion en terminos de manifestar la falta de conocimientos q^e pide el arte y q^e en concepto de la Junta no podia adquirir el interesado en mucho tiempo». Ante este dictamen se comunicó al pretendiente que se retirase de la sala, siendo reprobado en la Junta Ordinaria del 2 de mayo.

El 12 de este mismo mes volvió a solicitar nuevo programa de repente. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 26, fecha en la que le sortearon los programas de repente. En esta ocasión le tocaron los números 36, 16 y 55, los cuales respondieron respectivamente: «Sacristía para una Catedral, adornada de orden Jonico, en la que se há de disponer Oratorio Secreto y demas piezas á su comodo uso y custodia de las Alajas. Planta y corte», «Capilla para un Palacio Real imitando á el antiguo, y disponiendo en ella tribuna para el Soberano. Planta y sección» y «En la Plaza principal de un Pueblo de 150 vecinos una casa de Ayuntamiento con graneros, Escuela de primeras letras y habitación para el Maestro. En el piso principal la Sala de audiencia con las demas oficinas correspondientes y un Balcon en que pueda asistir el Ayuntamiento á las Funciones publicas. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos escogió el nº 36, es decir, Una sacristía para una catedral, adornada con orden jónico y en la que se ha de disponer oratorio secreto y demás piezas a su cómodo uso y custodia de alhajas (A-5066), cuya elección comunicó a la Academia el 1 de junio.

La Junta de Examen tuvo lugar la tarde del 12 de junio de 1844, asistiendo a ella los mismo profesores que la junta de examen anterior. A la hora de cotejar la obra de pensado con la prueba de repente vieron  esta última peor aún que la primera, por lo que comunicaron al interesado que no podría solicitar su admisión a nuevos ejercicios para la misma clase hasta pasados dos años, tiempo necesario para la adquisición de los conocimientos de los que carecía en la teoría y práctica de la profesión. No debió de obtener el título de arquitecto porque su nombre no aparece en las juntas posteriores ni en el Libro de registros de maestros arquitectos.

Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1845. Sig.  2-12-5; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Libro de actas de juntas ordinarias, extraordinarias, generales y públicas, 1839-1848. Sig. 3-90; Libro de actas de la Comisión de Arquitectura, 1841-1846. Sig. 3-143

Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM