Hijo de José Cortés y María de la Concepción Artimbau, nació en Barcelona el 2 de septiembre de 1812 siendo bautizado en la iglesia parroquial de Santa María del Pino. Cursó la carrera de arquitectura en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal, donde se matriculó a principios de 1822 hasta 1827 en la clase de Dibujo de Figura Humana, mientras que entre 1830 y 1831 en la clase de Perspectiva. En estos años su aplicación fue tan excelente que recibió el 13 de marzo de 1830 un premio en el certamen público de la Escuela Gratuita de Taquigrafía. Por entonces Francisco Sierra y Ginesta, abogado de la Real Audiencia de Cataluña, ocupaba la plaza de catedrático en dicha Escuela de Taquigrafía dependiente de la Real Junta de Comercio de Barcelona.
En 1832 comenzó sus estudios de arquitectura, primero como discípulo de Antonio Celles, arquitecto, académico y director de la academia barcelonesa, y posteriormente como alumno de los arquitectos José Casademunt y José Oriol y Mestres. Bajo la dirección de este último permaneció por espacio de un año dedicándose a la práctica constructiva y desempeñar numerosas comisiones relacionadas con el noble arte de la arquitectura. Entre 1832 y 1834 ganó el 1º y 2º año de Matemáticas y entre 1839 y 1840 un año de Geología y Mineralogía bajo la dirección del catedrático José Antonio Llobet.
El 23 de agosto de 1845 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de una Plaza para una capital de 180.000 a 200.000 habitantes, formada por varios edificios: correos, audiencia, aduana, bolsa etc., que según el autor podía erigirse en la corte y villa de Madrid (del A-3729 al A-3732 y del A-900 al A-902). Lo acompañó del informe facultativo y el avance del coste de la obra, la partida de bautismo y la certificación de sus estudios en Barcelona (los dos cursos de Matemáticas, aparte de un año de Geología y Mineralogía), además de la certificación de práctica librada por su maestro particular José Oriol y Mestres y la justificación de su conducta moral y política.
La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el martes 9 de septiembre de 1845 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento por la totalidad de sufragios. Fue admitido en la Junta Ordinaria Extraordinaria del 14 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron los números 28, 25 y 71 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Tribunal de comercio con salon espacioso para comerciantes y litigantes; sala para el Juzgado y algunas otras piezas para Secretaria, Archivo y para Porteros. Planta y alzados», «Encima de una Roca ó peñasco imitando el natural, que pueda en su centro manejarse una maquina hidraulica para sacar agua que fluirá por cascadas en la misma peña, disponer un cenador de orden Jonico para un Jardin. Planta, seccion y fachada» y «Un gran Patio de orden Dorico colosal arreglado á triglifos, cuya altura há de comprender dos habitaciones arreglados sus huecos y decorados según el orden elegido. Planta y sección». De los tres asuntos escogió el nº 28, es decir, Un tribunal de comercio con salón espacioso para comerciantes y litigantes (A-1241), elección que comunicó a la corporación el 8 de octubre.
La Junta de Examen tuvo lugar el sábado 19 de diciembre de 1845, asistiendo a ella como vocales Juan Miguel de Inclán, Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Aníbal Álvarez, Eugenio de la Cámara y Marcial Antonio López, este último en calidad de vocal secretario. Cotejada la obra de pensado con el ejercicio de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Juan Cortés principió este nuevo ejercicio tratando el modo de construir un edificio en un terreno dado, desde su comienzo hasta su terminación; los instrumentos que eran conocidos para todas las operaciones; los medios de medir las líneas inaccesibles como la resolución de los triángulos y las analogías de los mismos. A continuación, explicó todos los materiales (la arena, la cal, el ladrillo, la piedra y las maderas), sus buenas y malas calidades, el modo de elegirlos y emplearlos. Por último, los profesores le preguntaron acerca de los requisitos de la buena construcción y sobre otros aspectos de la práctica constructiva.
Satisfechos los examinadores con las obras presentadas como con las explicaciones y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 4 de enero de 1846, a los 34 años de edad.
Años más tarde, le veremos trabajando en la alineación y ornamentación de la fachada de la nueva cárcel para Granollers (Barcelona), cuyos diseños había remitido previamente a informe de la corporación, aunque por falta de datos la Sección de Arquitectura del 12 de junio de 1858 no pudo censurar. Esto le llevó a volver a remitir los diseños añadiendo la memoria para mejor conocimiento de la obra, dibujos que fueron examinados por la Sección de Arquitectura el 6 de abril de 1859. Se acordó unánimemente «que aunque la forma adoptada para su planta es forzada en razon a que no es posible obtener los terrenos contiguos por carecer de los fondos necesarios, sin embargo es posible y de necesidad evitar el quebranto de la línea de fachada formando una sola linea BX paralela á la YZ ya establecida con la cual se logra mejora en la calle y en el aspecto de su fachada, cuya ornamentacion fingida pudiera modificarse sacando partido de las troneras de ventilacion que establece su autor para decorar con mas carácter y propiedad./ Aunque se hecha de menos el departamento para presos políticos pueden colocarse en el piso principal ó segundo con su comodidad y separacion necesarias. [...] no puede menos de llamar la atencion de la Academia acerca de la anomalia que se observa en este espediente, el cual viene á informe de la misma cuando se halla aprobado por la de Barcelona con fecha anterior al primer informe de la nuestra y como la Seccion, no puede menos de hacer las observaciones que anteriormente se estampan, debe resaltar este hecho en el Gobierno lo cual no puede menos de menoscabar el nombre de alguna de sus dos Academias, pues la de Barcelona aparecerá como ligera para unos, por aprobar un plano que adolece de estas faltas visibles, y la nuestra como rígida ó antipática, y como los choques entre Corporaciones de una misma índole no deben aparecer nunca en el mundo oficial, de aquí el llamar la atencion para que se medite sobre este asunto, á fin de escoger los medios para evitar estos y otros inconvenientes que han surgido con el establecimiento de las Academias provinciales». Dicho dictamen y observaciones fueron aprobados finalmente por la Academia en la Junta General del 10 de abril de 1859.
En la década de los sesenta, estuvo ocupado en la reedificación de la iglesia parroquial de Vilomara (Barcelona), Diócesis de Vic, cuyo proyecto había remitido a informe de la Academia el 22 de abril de 1864. El proyecto contenía una memoria descriptiva, las condiciones facultativas, 11 planos y el presupuesto de la obra, calculada en 329.941 reales y 8 céntimos. La Junta de la Sección reunida el 12 de mayo examinó y aprobó sus trabajos, pero le hizo varias advertencias: «1ª Que varie la colocacion de la torre á uno de los costados del ábside, con lo cual obtendrá una fácil comunicación con las armaduras del edificio y podrá adoptar la forma cuadrada mas economica qe su actualmente proyectada. 2ª Deberá reformar el chapitel dandole menos altura á fin de qe el todo de la torre sea mas esbelta, Y 3ª Que en la parte artística se estudien un poco sus detalles para que se halle mas caracterizado el edificio.»
Arquitectura. Cárceles, 1853-1861. Sig. 2-30-3; Arquitectura. Templos. S. XIX. Sig. 2-43-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1846. Sig. 2-13-5; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 295.
Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM
Fecha: 1845 • Nº Inventario: A-0901 • Dimensiones: 567 x 863 mm. Sin escala gráfica. • Técnica: Papel avitelado agarbanzado claro. Tinta y aguada gris, azul y marrón.
Fecha: 1845 • Nº Inventario: A-0900 • Dimensiones: 595 x 863 mm. Escala gráfica en 100 palmos catalanes y 70 pies castellanos. • Técnica: Papel avitelado agarbanzado claro. Tinta y aguada gris y beige.
Fecha: 1845 • Nº Inventario: A-1241 • Dimensiones: 765 x 550 mm. Escala gráfica de 100 pies castellanos. • Técnica: Papel verjurado agarbanzado claro. Tinta y aguada gris, gris azulada y rosa.
Fecha: 1845 • Nº Inventario: A-0902 • Dimensiones: 592 x 843 mm. Escala gráfica de 100 palmos catalanes y 70 pies castellanos. • Técnica: Papel avitelado agarbanzado claro. Tinta y aguada gris, gris azulada y rosa.
NOTA: Estas bases de datos son el resultado de un trabajo acumulado en diversos departamentos y en períodos diferentes. Los usuarios comprobarán que hay registros incompletos y desiguales en contenido, campos que deberán ser revisados e imágenes que iremos sustituyendo a medida que se vayan haciendo las campañas fotográficas. Todo ello será un trabajo de meses y quizá de años que deseamos no demore la accesibilidad de las personas interesadas en conocer nuestras colecciones. Rogamos nos disculpen estas deficiencias que iremos subsanando de manera escalonada y de lo cual daremos periódicamente cuenta en nuestra página web y redes sociales.