Beltrán, Rafael


Hijo del profesor de arquitectura y académico de mérito Blas Beltrán Rodríguez. Fue discípulo de la Academia de San Fernando desde 1776 bajo la dirección de Ventura Rodríguez al tiempo que asistía al estudio particular de este profesor. Desde 1779 ejerció la práctica de la arquitectura con su padre y el 6 de marzo de 1790 remitió un memorial a la corporación académica exponiendo su vida profesional, más de 5 años dedicado a la práctica del arte, con objeto de ser admitido a los ejercicios para la clase de académico de mérito. Dicha solicitud fue estudiada en la Junta Ordinaria del 4 de abril y desestimada, por cuanto que le veremos remitiendo otra petición para el mismo fin el 18 de septiembre, que sería nuevamente denegada en la Junta Ordinaria del 3 de octubre. En esta ocasión lo sería por no haberse presentado a la anterior convocatoria de Premios Generales y existir un informe en el que se especificaba su ausencia en las clases y escasa aplicación en los estudios. En vista de este dictamen, en la Junta Ordinaria del 7 de noviembre se vio otro memorial suyo solicitando esta vez su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, pero correría la misma suerte que los anteriores.

Su afán por obtener el título le llevó el 24 de marzo de 1792 a solicitar de nuevo su admisión a los ejercicios para la misma clase adjuntando un certificado del académico de mérito Juan Antonio Cuervo, que exponía el currículum y los méritos del alumno. Finalmente fue admitido en la Junta Ordinaria del 6 de mayo, fecha en la que se le señaló el asunto que debía desarrollar para la prueba práctica. Consistió en una Casa de ayuntamiento para una población de 4.000 a 5.000 vecinos (del A-2774 al A-2780), que acompañó de su correspondiente informe facultativo y el avance del coste de la obra. Obtuvo el título de maestro de obras en la Junta Ordinaria del 7 de octubre de 1792.

No satisfecho con el título obtenido, solicitó el 14 de octubre de 1793 su admisión a los ejercicios para maestro arquitecto y el asunto de los ejercicios establecidos que debía elaborar en esta clase, porque a su entender se «halla àprobado de Maestro dè obras, y no por èso hè dexado dè continuar con èl èstudio dèl Arte a fin de adelantar mas en sù facultad, y siendo limitadas las qe por Mro dè Obras sè conceden». Fue admitido en la Junta Ordinaria del 10 de noviembre de 1793, fecha en el que se le dio como programa a desarrollar «Una Colegiata con todas las oficinas necesarias, como son sacristía, sala capitular, Archivo, Tesoro, etc y Claustros para las Procesiones; Planta, fachada, y corte; y ademas el informe facultativo».

Debió de suspender por cuanto que su nombre no volvió a reseñarse en las juntas académicas hasta diez años más tarde, con motivo de un memorial fechado el 1 de abril de 1802 en el que indicaba textualmente que  «habiendo posteriormente creado el de Maestro Arquitecto para el qe se practican los mismos ejercicios; parecièndole al qe suplica haber adquirido mas amplios conocimientos; aunque no sean mas qe los resultados del estudio precedido a las obrs de consideración qe tiene éxecutadas; é igualmente hallarse conceptuado y bien visto de  todos los profesores, ser hijo de Academico de merito, y mui proximo pariente de Directores de Arquitectura (lo qe ningun otro de su profesion puede acreditar “porque además de no conservarse  en la Academia su ejercicio práctico, su nombre no aparece registrado en el Libro de Maestros Arquitectos, ni su aprobación en las juntas posteriores) én esta atención: A.V.E. Suppca se digne estimar suficientes meritos dispensandole la gracia del Titulo de Maestro Arqto». La súplica fue desestimada en la Junta Ordinaria del 4 de abril de 1802 y se le comunicó que en caso de que querer obtener dicho título debía sujetarse a las pruebas prevenidas en las reales órdenes.

Entre 1778 y 1799, un elevado número de maestros de obras y arquitectos contribuyeron con sus obras al desarrollo de las corralas en Madrid, entre otros, Manuel Burgueño, Francisco Sánchez, Manuel Bradi, Fernando Durán, Carlos de Riego Pica, Francisco Cano Trigueros, Rafael Beltrán, Joaquín de la Puente Ortiz y Pedro Garrido, quienes erigieron respectivamente las viviendas de corredor de las calles Tres Peces, nº 10; Abades, nº 18; Barco, nº 28; Mesón de Paredes, nº 19; Tesoro, nº 21; Ministriles, nº 10;  Rodas, nº 9 y Carnero, nº 15.


Fuentes académicas:

Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1796-1802. Sig. 4-68-2; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1789-1845. Sig. 2-23-5; Comisión de Arquitectura. Maestros de Obras, 1791-1794. Sig.  2-15-3; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1786-1794. Sig. 3-85; Secretario general. Académicos. Arquitectos, 1742-1789. Sig. 1-43-1; Secretario general. Varios. BELTRÁN, Rafael. Sig. 1-16-13.


Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM


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