Arnaiz, MarcosBurgos, 1773 - ?, ?


Hijo de Matías Arnaiz o según otras fuentes de Francisco Javier Arnaiz y Bernardina Arnaiz, nació en Burgos el 25 de abril de 1773 siendo bautizado dos días más tarde en la iglesia parroquial de San Lorenzo. En su ciudad natal se dedicó durante más de diez años al estudio de la arquitectura y el dibujo en la Escuela de aquel lugar, pasando más tarde a Madrid para cursar la carrera de arquitectura en la Academia de San Fernando, centro en el que se matriculó como alumno el 30 de septiembre de 1792, a los 19 años de edad.

En esta corporación estudió y se aplicó en dibujo por espacio de tres años y medio, consiguiendo los conocimientos necesarios para levantar los planos de varios edificios y llevar a cabo su ejecución en la ciudad de Burgos y alrededores. Uno de estos planos respondía al proyecto para la nueva fachada de la iglesia del monasterio de San Juan de la orden de San Benito a extramuros de la ciudad, que remitió a censura de la Academia siendo examinado por la Comisión de Arquitectura el 9 de diciembre de 1815. La iglesia era de construcción gótica, tenía 3 naves, la principal poseía 34 pies de ancho y 60 de alto mientras que las dos laterales eran más bajas y de 20 pies de ancho. Desde hacía años, la fachada principal de la iglesia tenía una quiebra considerable y se hallaba arruinada completamente tras la explosión del fuerte en 1813, aunque el resto del templo estaba completamente intacto. La orden religiosa quería construir de nueva planta su fachada según fuese teniendo los medios necesarios aprovechando los materiales útiles de la ruina y para ello encargó el plano a Arnaiz que fue el que presentó para su aprobación, habiendo calculado su coste alrededor de 87.000 reales de vellón.

Examinado el proyecto por la Comisión de Arquitectura el 9 de diciembre de 1815, la junta  acordó que «la colocacion del relox, nó es la más propia deviendo situarse en una de las torres por no parecer facil él que las pesas vajen por medio del hueco de la Ventana de medio punto y qe la Escultura colocada en esta, puede situarse en sitio más analogo, sin perder de vista que la direccion de esta obra debe encargarse á Profesor aprobado de los mejores conocimientos, con cuyas prevenciones puede la Academia aprobar este pensamiento». Al año siguiente, el académico de mérito Juan Miguel de Inclán remitirá dos planos en limpio para la reedificación de la fachada del mismo templo, que serían aprobados por la Comisión el 3 de julio de 1816 al hallarlos conforme a los buenos preceptos y reglas de la arquitectura.

En 1818, Arnaiz remitió a la academia madrileña el dibujo de un altar para ser colocado en la Capilla de San Gregorio en la Santa Iglesia Metropolitana de la ciudad de Burgos. La Comisión de Arquitectura celebrada el 4 de agosto lo halló conforme en sus proporciones y buen gusto mereciendo su aprobación, pero advirtió al autor que suprimiera las cabezas de los querubines colocados en la cúspide del frontis del ático sustituyéndolos por un rafagón dedicado a la Santísima Trinidad y adornase la mesa del altar en proporción con la riqueza del propio altar.

El 20 de febrero de 1830 solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado el proyecto de una Casa consistorial con cárcel pública para Burgos (del A-2854 al A-2858), con su informe facultativo y el avance del coste de la obra, la fe de bautismo y la justificación de su conducta moral y política. 

La Comisión de Arquitectura celebrada el 9 de marzo de 1830 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento. Fue admitido en la Junta Ordinaria del 14 de marzo de ese mismo año, momento en el que le sortearon los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 11, 66 y 116, los cuales respondieron respectivamente: «Un magnifico salon para recibir en Palacio los Embajadores, con las abenidas de ingreso y salida: planta y dos cortes, uno por lo largo y otro por lo ancho», «Un Mausoleo ó panteón para un personage y su familia con los ornatos analogos. Planta, fachada y corte» y «En la Plaza principal de un Pueblo de 150 vecinos, una casa de Ayuntamto con graneros, Escuela de primeras letras y habitación para el Maestro. En el piso pral la sala de audiencia con las demas oficinas correspondientes y un balcon en que pueda asistir el Ayuntamiento á las funciones publicas. Planta, fachada y corte». De los tres asuntos eligió el nº 11, es decir, Un salón para recibir en palacio a los embajadores (A-5151), cuya elección comunicó a la corporación académica el 16 de marzo.

La Junta de Examen tuvo lugar el sábado 2 de marzo de 1830, asistiendo a ella como vocales Antonio López Aguado, Juan Antonio Cuervo, Antonio de Varas, Juan Miguel de Inclán, Custodio Moreno y Martín Fernández de Navarrete. Cotejada la prueba de pensado con la obra de repente que el interesado, por entonces profesor práctico en Burgos, explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Arnaiz principió este nuevo ejercicio contestando a las preguntas que le hicieron los profesores sobre el carácter de los edificios en función de las diferentes fachadas que había presentado en su obra de pensado (una para casa ayuntamiento y otra para cárcel). Después sobre la montea, la esfera, las bóvedas y la medida de los ángulos y triángulos; el modo de replantear un edificio, nivelar el terreno, abrir las zanjas y asegurar los cimientos; los órdenes de arquitectura, de entre ellos en particular el jónico; los requisitos esenciales para levantar y asegurar los edificios fuera de los cimientos y por último, sobre las armaduras y los apeos.

Satisfechos los examinadores con el mérito de las obras ejecutadas y la contestación dadas a las preguntas formuladas le hallaron hábil para ostentar el título de maestro arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 25 de abril de 1830, a los 57 años de edad.

Al año siguiente e instalado en Burgos, comunicó a la Academia la inobservancia de las reales disposiciones respecto a las obras públicas y particulares que se ejecutaban en esa capital por individuos no autorizados, tras cuya exposición la Comisión de Arquitectura celebrada el  7 de junio de 1831 acordó decir al interesado que reclamase de aquella autoridad el que se cumpliese la Real Cédula de 21 de abril de 1828 y si continuaba esta situación se tomarían las medidas y providencias de exhorto oportunas.

A principios de 1833 y siendo maestro mayor de la ciudad de Burgos, volvió a remitir otra representación a la Academia, en esta ocasión junto con sus compañeros avecindados en la misma ciudad, sobre la inobservancia de las soberanas disposiciones y el abuso que era cometido constantemente al dejarse a simples oficiales de cantero y de albañilería la tasación, la medición, la ejecución y la dirección de toda clase de obras con el consiguiente detrimento del decoro y seguridad públicos; incluso ponían de manifiesto que  el deán y cabildo de la catedral había cubierto la plaza vacante de la maestría de esta iglesia con un maestro cantero de nombre Bonifacio Hernando en vez de poner a cargo de las obras a un arquitecto aprobado. Una vez que la Comisión hubo confirmado los hechos acordó pedir a la Academia el 22 de enero de 1833 que oficiase al intendente corregidor de Burgos para que se cumpliese la Real Cédula de 21 de abril de 1828, pusiese en práctica lo establecido por su artículo 6º y multase convenientemente a los infractores.

El 25 de noviembre de 1833 una real orden de la Reina gobernadora acordó estimular el genio de los profesores de la Academia de San Fernando a través de la erección de un Monumento artístico dedicado a consagrar la memoria del juramento hecho por Isabel II como Princesa heredera de estos Reinos y su advenimiento al Trono. Debía de ser publicado en los periódicos después de ser aprobado por S.M. y ofrecerse el premio honorífico y remuneratorio al profesor que la Academia estimase más oportuno y con mayor mérito de todos ellos. Los autores tenían la libertad de diseñar el monumento que quisiesen en el lugar que creyesen más idóneo, sabiendo que el ganador obtendría un premio consistente en una medalla de oro de 6 onzas con la efigie de la Reina y en su reverso con la inscripción laureada «Mª Cristina de Borbon Reina Gobª á N (qe será el nombre del qe obtenga el premio)».

La Academia tuvo preparado el programa el 16 de diciembre, siendo aprobado por la Reina el 8 de enero de 1834. Los profesores que firmaron la oposición fueron Carlos del Bosch y Romaña; Pedro Manuel de Belaunzaran; Patricio Rodríguez; Andrés Coello: Manuel Rojas; Constantino Germán; Marcos Arnaiz; Diego Monroy y Aguilera (pintor de Cámara de S.M.); Antonio Capo González; Romualdo de Vierna; Narciso Labrador; Antonio Sancho y Arango; José María Guallart y Sánchez; Francisco García Martínez; Juan Morán Lavandera; José Gutiérrez (profesor de pintura); Francisco Elías Burgos; Juan José Ribera; Luis de Olarieta; Pedro García; José de Tomás; Francisco Javier Adán; Inocencio Ladrón de Guevara; Lorenzo Hidalga y Luis Rigalt. A éstos cabría añadir los nombres recogidos por el académico Antonio Celles en una lista que fue remitida a Custodio Moreno desde Barcelona en febrero de 1834, en la que aparecían reseñados José Fontseré, José Oriol, Félix Ribas y los alumnos Onofre Alsamora, Víctor Martí, Pablo Gener, José Mestres, Francisco Barba, Antonio Rubira, Carlos Gras y Francisco Ribas. Asimismo, Fernando Llacer y Viana, académico de mérito por la escultura en la Academia de San Carlos de Valencia; Francisco Guillén y Juan Lizusoáin, este último profesor de Adorno y Decoración en Sevilla.

Las obras presentadas, un total de 23, fueron de lo más variadas respecto a su forma y ubicación. Algunos vieron el monumento como un obelisco, otros como un gran pedestal con escalinatas, un templete circular de diferentes órdenes, una columna o una fuente para ser ubicado en lugares tales como la Plaza de Oriente a espaldas del gran Teatro dando frente a la calle Arenal; el sitio o paso del río Manzanares llamado del Vado frente al puente de Santa Isabel o en el sitio que ocupaba la Puerta llamada de Atocha. La obra presentada por Arnaiz a este concurso se conserva en el Gabinete de Dibujos bajo el título un Monumento artístico dedicado a conmemorar la memoria del juramento hecho a la Reina Nuestra Señora doña Isabel II como princesa heredera de estos Reinos, y el sabio gobierno de su adorada madre la Reina Gobernadora doña María Cristina de Borbón (A-3576 y A-3577).

La Junta General celebrada a las 11 de la mañana del día 19 de septiembre de 1834 tuvo como objeto la adjudicación de los premios con arreglo al programa publicado en la Gaceta el 7 de enero anterior. Debido a que el viceprotector sufrió una grave enfermedad ocupó la presidencia el conde de Parsent al ser el consiliario más antiguo. A la junta asistieron un total de 49 profesores, ocupando el cargo de secretario Fernández de Navarrete y no habiendo podido acudir los académicos de honor marqués de Bajamar y marqués de Piedrablanca como los académicos de mérito Francisco Javier de Mariátegui, Elías Villalobos, José París y José Castelaro.

Estudiadas previamente todas las obras y ejecutada la votación secreta resultó que ninguna de ellas era merecedora del premio, por lo que la Academia acordó y propuso comunicar al gobierno si era oportuno que la misma Academia arreglase uno o más pensamientos del monumento artístico para poder presentar alguno a S.M. que reuniese y conciliase el decoro con el esplendor de las artes.

En vista de lo acordado en la Junta anteriormente señalada, la Junta de la Comisión de Pintura, Escultura y Arquitectura reunida el 3 de diciembre de 1834 acordó otra solución para resolver el problema. Consistía en volver a organizar una nueva convocatoria y publicación sencilla del mismo programa, debiendo añadir por escrito, aparte de las razones artísticas y filosóficas de las diferentes obras, el cálculo aproximado del coste que tendrían y el sitio más apto para su colocación.

Dejado aparte el concurso del monumento, el 20 de febrero de 1834 Marcos Arnaiz solicitó de la Academia su admisión a los ejercicios para la clase de académico de mérito. Con este objeto expuso la multitud de obras que había dirigido por espacio de cuarenta años de profesión y presentaba los diseños de un «templete para hermosear un Jardín». Fue admitido en la Junta de la Comisión del 29 de abril, momento en el que le fue señalada como prueba demostrativa el diseño de la «Capilla del Condestable en una sección de la misma». Fue aceptado al resto de los ejercicios de reglamento en la Junta Ordinaria del 4 de mayo, fecha en que le sortearon los programas para disertar. Le tocaron en suerte los números 25, 13 y 15, de los cuales eligió el nº 15, comunicándolo a la institución académica el 17 de mayo. No debió de aprobar en esta clase por cuanto que las pruebas galardonadas quedaban en poder de la Academia y los ejercicios elaborados por Arnaiz para el grado de académico de mérito no se conservan. 


Fuentes académicas:

ARNAIZ, Marcos. Memoria escrita aspirando al premio propuesto por la Real Academia de San Fernando. Burgos: Imprenta de Arnaiz, 1834; Arquitectura. Conventos, 1778-1816. Sig. 2-32-1; Arquitectura. Monumentos públicos. S. XIX. Sig. 2-28-3; Comisión de Arquitectura. Arquitectos, 1830. Sig. 2-9-4; Comisión de Arquitectura. Informes, 1808-1822. Sig. 1-29-5; Comisión de Arquitectura. Informes, 1829-1838. Sig. 1-30-3; Libro de actas de juntas ordinarias, generales y públicas, 1831-1838. Sig. 3-89; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 87; Secretario general. Académicos. Arquitectos, 1832-1837. Sig. 1-44-3;


Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM


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