Abenoza, Mariano AndrésZaragoza, ca. 1826 - ?, ?


Hijo de Gregorio y Concepción nació en Zaragoza hacia 1826. Fue discípulo de la Escuela Especial de Arquitectura y obtuvo el título de arquitecto por la Junta de los Sres. Profesores el 24 de mayo de 1853 por 4 votos contra 2, a los 27 años de edad. Para dicha aprobación, que sería confirmada por la Academia en la Junta General celebrada el 5 de junio de 1853, había elaborado como proyecto fin de carrera los diseños de Un almacén de víveres para el ejército (del A-2390 al A-2393) con su memoria facultativa. El asunto respondía al programa que le había tocado en suerte desarrollar y cuyo enunciado decía «Almacen de víveres para el egercito; edificio aislado é incombustible, con molinos, hornos para la elevación del pan, bodegas, cuadras, cocheras etc.».

El autor señaló en la memoria del proyecto que la historia de estos distintos servicios era tan antigua como la del establecimiento de los ejércitos permanentes, aunque la agrupación de estos depósitos parciales bajo un mismo edificio tenían su origen en el siglo XIX. Tras citar como primer establecimiento de este género el construido en 1833 por el Ministerio de la Guerra en París sobre el solar del antiguo corral de mármoles de la Corona bajo la dirección de Grevan, señaló dos aspectos fundamentales a tener en cuenta en este tipo de construcciones: primero, el modo de conservar los alimentos y segundo, tener un local suficiente y adecuado para poder disponer los hornos y molinos. Respecto al primero, indicaba dos métodos de conservación de sustancias alimenticias «[…]  conservarlas sin el contacto del aire en subterraneos hechos esprofeso en los que se ponen dichas sustancias, cubriendolas bien, con esteras paja y tierra, sin que el aire pueda entrar en lo mas minimo; este es el metodo mejor, y el que prefieren en el norte, que suelen hechar hasta un metro de tierra por causa de las grandes heladas, conservandose asi intactas las sustancias, pues que no puede convinarse con ellas el oxigeno del aire que es el que las malea o impurifica; por este sistema se conservan puras por mucho tiempo, y aun por muchos siglos; vaste decir que en las excavaciones de Pompeya se encontró un poco de trigo, se sembró y produjo trigo muy bueno […]. Este sistema aunque es en realidad mejor que ningun otro, tiene el inconveniente de no poder hacer un uso diario de los depositos porque entonces las sustancias estan ya al aire libre. El segundo sistema es por el contacto del aire, que consiste en tenerlas ya en sotanos, ya en almacenes elevados del suelo, según sea su especie tratandolas con cierto regimen por hombres especiales. Este sistema aunque no es tan bueno como el anterior por ser de muy difícil y no poderse conservar las sustancias por tanto tiempo; sin embargo, le hé preferido porque se puede hacer un uso diario que es lo que se necesita en edificios de esta naturaleza […]».

Posteriormente, reseñó la exclusión absoluta de la madera en el edificio, tanto en los pisos como en las armaduras, para introducirse en la antigüedad e importancia adquiridas por el asfalto a lo largo de los siglos y su utilización en este almacén, el cual se componía de 7 edificios aislados colocados alrededor de uno central, de forma rectangular y con un gran patio central. Realizada la descripción de la obra y las consideraciones mecánicas que había tenido presentes en el proyecto, se adentró en el cálculo de resistencias de las bóvedas y estribos, concluyendo la memoria con el presupuesto general que tendría la obra en caso de que fuera construida.

Entre 1866 y 1870 levantó el palacio de Medinaceli de corte afrancesada, hoy Centro Colón.


Fuentes académicas:

Comisión de Arquitectura. Maestros arquitectos, 1853. Sig. 2-14-5; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 54.


Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM


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