Hijón de Ibarra, MaximianoLogroño, 1820 - Logroño, 1891


Hijo de Juan Hijón y Antonia María Ibarra nació en Logroño el 21 de febrero de 1820 siendo bautizado ese mismo día en la iglesia colegial y murió en la misma ciudad el 12 de julio de 1891. Durante tres años recibió las primeras enseñanzas en el Colegio de Segunda Enseñanza de la Provincia de Logroño, en donde fue catedrático de Dibujo lineal y de figura. Asimismo, aprobó el primer año de Matemáticas en el Instituto Riojano, curso que comenzó en 1839 y finalizó en 1840.

Pronto se trasladó a Madrid a fin de continuar sus estudios de arquitectura, matriculándose en 1842 como alumno en la Academia de San Fernando. En este centro asistió a la sala de Arquitectura desde el 26 de octubre de 1842 al 25 de octubre de 1844, mientras que a la sala de Perspectiva desde el 25 de octubre de 1843. En los Estudios Nacionales de San Isidro cursó un año de Física experimental entre el 2 de noviembre de 1843 y 10 de junio de 1844 y el segundo año de Matemáticas entre el 2 de noviembre de 1844 al 2 de junio de 1845. En este último curso académico asistió además con aplicación y aprovechamiento a la clase de Aritmética, Geometría elemental y Descriptiva en el Conservatorio de Artes bajo la dirección del profesor Ángel Riquelme

Fue discípulo de Matías Laviña, con quien se ejercitó en mediciones, tasaciones y demás casos prácticos en las obras a su cargo. Fue asimismo alumno del arquitecto Wenceslao Gaviña, a cuyo estudio de arquitectura asistió tras haber estudiado los principios de este arte, dibujo del natural, la delineación y el lavado; la ejecución de los diseños de los órdenes arquitectónicos y de varias copias de edificios, los detalles y adornos de éstos, además de matemáticas y otras ciencias. Bajo su dirección copió e inventó varios proyectos de toda índole, recibió clases de Geometría descriptiva y sus aplicaciones al corte de las piedras, maderas, sombras y perspectiva, formando cuadernos de todo ello. A su vez se aplicó en construcción y en la distribución de los edificios al tiempo que ejecutaba casos prácticos de las obras que estaban en curso.

El 22 de agosto de 1845 solicitó de la Academia de San Fernando su admisión a los ejercicios para la clase de arquitecto, presentando como prueba de pensado los proyectos de una Casa ayuntamiento para ser ubicada en la plaza de la Constitución de Logroño (del A-2939 al A-2943 y A-3538) y una Cárcel según el sistema celular, con destino a Logroño (A-992 y A-993) con el informe facultativo y el avance del coste de las obras, la partida de bautismo, la certificación de dos cursos de Matemáticas aprobados, uno en Logroño y otro en Madrid; las certificaciones de sus estudios en San Isidro y en el Conservatorio de Artes de Madrid; las certificaciones de práctica libradas por los arquitectos Matías Laviña y Wenceslao Gaviña  y la justificación de su conducta moral y política. Según Hijón, en los diseños de la casa de ayuntamiento «está detallada la reforma de la plaza de la Costitucion decorando su centro con una fuente monumental y haciendo desaparecer la que en la actualidad existe, todo conforme con el programa dispuesto por la municipalidad de la misma. Mas á mayor abundamiento he creido conveniente agregar un proyecto de Carcel según el sistema celular para cuarenta y cinco celdas y cuatro retenciones con destino á la referida Ciudad […]».

La Junta de la Comisión de Arquitectura celebrada el 13 de septiembre de 1845 examinó la obra y los documentos aportados, acordando el pase del pretendiente al resto de los ejercicios de reglamento por la totalidad de sufragios obtenidos en la votación secreta. Fue admitido en la Junta Ordinaria Extraordinaria del 14 del mismo mes, fecha en la que le fueron sorteados los programas de repente. Le tocaron en suerte los números 73, 75 y 122 nuevos, los cuales respondieron respectivamente: «Tribunal de Justicia con Sala y transitos de los litigantes como para una de las principales del Consejo Real, considerada en Departamento separado. Planta y sección», «Portico espacioso para un paseo publico de una Capital en donde puedan refugiarse y pasear con comodidad las personas en ocasión de llucia repentina, el que dé ingreso á Café, Botillería y mesas de juego publico. Planta, fachada y sección» y «Como parte de un templo de primer orden ó asiladamente, Una Capilla de bautismo imitando al de Constantino que trae Paladio en el Libº 4º Capitulo 16. Planta, fachada y corte». De los tres programas escogió el nº 73, es decir, un Tribunal de justicia con sala y tránsito de los litigantes como para una de las principales del Consejo Real, considerada en departamento separado (A-903), elección que comunicó a la corporación el 23 de octubre.

La Junta de Examen celebrada para examinarle en la clase de arquitecto tuvo lugar el 30 de diciembre de 1845, asistiendo a ella como vocales los profesores Antonio Conde y González, Atilano Sanz, Eugenio de la Cámara, Aníbal Álvarez, José París y Marcial Antonio López, este último en calidad de secretario. Cotejada la obra de pensado con la de repente que el interesado explicó una vez entrado en la sala, se procedió a la realización del examen teórico. Hijón dio principio a este nuevo ejercicio realizando varias operaciones sobre geometría descriptiva que le fueron propuestas. A continuación, explicó los medios para medir una bóveda elíptica y los medios para medir las elipses y formarlas; los medios para dar salida a los edificios considerados bajo diferentes formas, como las de una cárcel panóptica y por último, las escaleras de caracol y el modo de construirlas.

Satisfechos los examinadores con las obras presentadas, las explicaciones realizadas y las contestaciones dadas a las preguntas formuladas le hallaron con mérito para ostentar el título de arquitecto, grado que le fue concedido en la Junta Ordinaria del 4 de enero de 1846, a los 25 años de edad.

En 1856 estuvo ocupado en la formación de los planos, el presupuesto y la memoria facultativa para la reparación y ampliación de un edificio que se quería proyectar en Logroño, a fin de establecer en él un instituto de 2ª enseñanza, la escuela normal e industrial y las oficinas de la diputación. La Sección de Arquitectura reunida el 21 de mayo estuvo conforme en todo con el informe de la comisión que había estudiado el expediente, por lo que el proyecto sería aprobado por la Academia en la Junta General del 1 de junio de 1856.

Dos años más tarde elaboró el plano de la ciudad de Toledo, levantado y publicado a costa y bajo la dirección de Francisco Coello, autor del Atlas Geográfico de España. Fue nombrado académico corresponsal de la Academia de San Fernando en la sesión celebrada el 29 de enero de 1866, motivo por el que la corporación académica le remitido un ejemplar de los Estatutos y Reglamentos además de otro de las Comisiones Provinciales de Monumentos. Desde Pamplona daría las gracias por dicha honra y nombramiento el 4 de abril de 1866.

A través de un informe de la Sección de Arquitectura fechado en enero de 1867 sabemos que durante ocho años fue director de las obras civiles del Departamento Sur, uno de los dos en que estaba dividido el territorio de la provincia de Navarra. Asimismo, tenemos constancia que antes de la realización de las obras del municipio de Logroño tuvo un altercado con la Diputación Provincial al enterarse de que el 28 de julio de 1866 había tomado posesión del cargo de director general de Obras Públicas Cándido Ortiz de Pinedo, ingeniero militar que no ostentaba el título de arquitecto. Su protesta se basaba en que la clase a la que pertenecía este individuo no le permitía reconocer como jefe suyo en el terreno facultativo a quien no tenía el título profesional igual al suyo y por otro lado comunicaba su indignación al contestarle la diputación que era legítima y razonable la superioridad del ingeniero sobre el arquitecto, hecho por el que no tenía que darse por ofendido.

Ante tal respuesta, Hijón contestó que si le obligaban a trabajar bajo estas circunstancias renunciaría a su plaza en la diputación a lo que ésta estuvo conforme, de ahí que se dirigiese seguidamente al gobernador para solucionar el asunto desestimando su petición. Por todas estas cuestiones acudió en última instancia a la Academia de San Fernando para mantener los derechos de los arquitectos, exposición a la que se sumaría otra de la Sociedad Central de Arquitectos, lo que movió a la Academia a implorar del Gobierno de S.M. una declaración por la que ninguno que no tuviese el título de arquitecto pudiera ejercer privada ni oficialmente las funciones de tal y mucho menos constituirse en jefe superior de los arquitectos.

Este era uno de los múltiples casos en los que se demostraba la gran cantidad de abusos cometidos en el ejercicio del arte de construir y el error de gran trascendencia que existía acerca de los estudios, la idoneidad, la capacidad legal y la categoría social de los arquitectos, a quienes algunos creían inteligentes y hábiles para trazar y decorar con gusto, pero desprovistos de los medios para calcular científicamente las condiciones mecánicas, de estabilidad y solidez; hombres exclusivamente de arte, pero no de ciencia; hombres de lapicero, pero no de cálculo; hombres de imaginación, pero no de meditación, error en que solían incurrir con frecuencia los individuos de otros cuerpos facultativos.

Tras especificar las diversas e importantes obras ejecutadas por los arquitectos, Hijón continuó su escrito enunciando las facultades de los ingenieros y dentro de ellos los militares, para pasar a especificar la enseñanza que los arquitectos e ingenieros recibían con objeto de señalar el error cometido por la Diputación de Navarra al no haber sido consciente de que el cargo de director general de Obras Públicas era puramente administrativo por lo que había sido ocupado en ocasiones por personas ajenas a las profesiones científicas. También indicaba que cuando un ingeniero militar había llegado al grado de teniente o capitán y había querido ser arquitecto había tenido que hacer los estudios que le faltaban para obtener el título deseado, debiendo sufrir los ejercicios y exámenes correspondientes. Además, dejaba en el aire las siguientes preguntas: «¿Admitiría el Cuerpo de Ingenieros una definición por la cual esta Academia, sin oirle ni consultarle declarase que todos los Arquitectos son de hecho Ingenieros porque saben de construcción mucho mas que lo que se necesita para hacer cuarteles, almacenes de municiones, casamatas y rebellines? ¿Puede ningún cuerpo facultativo declarar á sus individuos aptos para ejercer los cargos propios de otros sin contar siquiera con él por cortesía?».

En vista de lo expuesto, la Sección de Arquitectura creyó necesario y un deber de la Academia la formulación de los siguientes acuerdos: aprobar la conducta de Hijón y pedir al Gobierno que declarase anulado el nombramiento de director general de Obras Públicas de la provincia de Navarra, como que dicha resolución se extendiese a todas las provincias del Reino mediante una circular a los gobernadores, donde se declarase la profesión de los arquitectos con la misma categoría que la de los ingenieros civiles y militares sin que éstos fuesen jefes de aquellos y viceversa en el terreno facultativo.

Entre 1866 y 1868 trabajó como arquitecto provincial de Navarra donde levantó el Salón del Trono de la Diputación Provincial de Pamplona (1861-1865) y el edificio Crédito Navarro en la plaza de Castilla, nº 7 (1885-1888). En 1866 fue nombrado académico correspondiente y formó parte como vocal en la Junta de la Comisión de Monumentos de Pamplona, interviniendo en numerosos expedientes, entre ellos el relativo al estado de conservación del monasterio de Leire, tras ser anulada su expropiación y pasar el edificio a ser Monumento Nacional.

Más tarde y hasta el final de su vida ejerció como arquitecto de Logroño y su Provincia, realizado el plano de las alineaciones y el pequeño ensanche Oriental de Logroño (1869), un conjunto de viviendas unifamiliares y edificios ubicados en la zona de la Ronda del Muro, del Siete y la calle Delicias, como la certificación de la seguridad de la plaza de toros de Calahorra (1871). Muy interesante fue el proyecto que realizaría junto con el también arquitecto Francisco de Luis y Tomás en 1880 relativo a un edificio destinado para albergar las dependencias del Estado y de la provincia en la ciudad de Logroño,  por la necesidad que tenía dicha población de un edificio que reuniese convenientemente las dependencias correspondientes a los ramos gubernativo, administrativo, económico y de instrucción pública.


Fuentes académicas:

Arquitectura. Universidades, Institutos, Escuelas, s. XVIII y XIX (1789-1861). Sig. 2-29-2; Comisión de Arquitectura. Informes, 1839-1850. Sig. 1-30-5; Comisión de Arquitectura. Maestros Arquitectos, 1846. Sig. 2-13-5; Libro de actas de la Comisión de Arquitectura, 1841-1846. Sig. 3-143; Libro de registro de maestros arquitectos aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1816-1900. Sig. 3-154, nº 300; Secretario general. Académicos. Arquitectos, 1860-1912. Sig. 1-44-5; Secretario general. Académicos correspondientes (España y extranjero), 1865-1880. Sig. 1-53-3.

Otras fuentes: HIJÓN, Maximiano; LUIS Y TOMÁS, Francisco. Leyenda explicativa del proyecto de un edificio para las dependencias del Estado y de la provincia en la ciudad de Logroño. Logroño: Imprenta y Litografía de Agustín Ortoneda, 1880.


Silvia Arbaiza Blanco-Soler
Profesor TU de la UPM


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